4-6 días N.º Artículo: 2744
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4-6 días N.º Artículo: 2799
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4-6 días N.º Artículo: 2792
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4-6 días N.º Artículo: 2798
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4-6 días N.º Artículo: 2797
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4-6 días N.º Artículo: 2795
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4-6 días N.º Artículo: 2794
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4-6 días N.º Artículo: 2793
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4-6 días N.º Artículo: 2796
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4-6 días N.º Artículo: 2791
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4-6 días N.º Artículo: 2969
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4-6 días N.º Artículo: 20002
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4-6 días N.º Artículo: 20011
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4-6 días N.º Artículo: 2452
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4-6 días N.º Artículo: 2596
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4-6 días N.º Artículo: 2034
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Agotado N.º Artículo: 2350
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Agotado N.º Artículo: 2432
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Agotado N.º Artículo: 2936
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Agotado N.º Artículo: 2924
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Agotado N.º Artículo: 2925
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Agotado N.º Artículo: 2962
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Agotado N.º Artículo: 2342
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Tazas para Capuchino: el secreto de un buen despertar
Hay una brecha insalvable entre los que aman empezar el día con un sabor fuerte y decisivo de un buen café expreso y los que quieren disfrutar del prolongado placer de una buena y espumosa taza de capuchino.
A los italianos les gusta la tradición y, sin embargo, a pesar del amor por la fragante bebida a base de café exprés y leche espumosa, pocas personas por la mañana se permiten el lujo de un buen capuchino. Esto se debe a que la mayoría de las cocinas italianas carecen del elemento fundamental: ¡las tazas de capuchino!
La taza correcta es la base de cada preparación, la clave sin la cual, su capuchino tendrá que esperarse en el mostrador del bar.
Tazas y capuchinos: una historia antigua
Italia es el país donde el capuchino es más popular, pero la historia de la deliciosa bebida que calienta los corazones de los italianos es desconocida para muchos.
Normalmente se piensa que el nombre se debe al color de la bebida, que recuerda al del hábito de los frailes capuchinos. De hecho, esta interpretación no está muy lejos de la hipótesis más acreditada, según la cual el capuchino nació hace casi 400 años, probablemente en Viena, de manos de un fraile del Friuli, que quería estirar un café demasiado fuerte con leche, animando la reacción de los que lo veían, que acababan de exclamar "¡Kapuziner!", capuchino en alemán.
Otras voces, más creíbles pero menos divertidas, afirman que en el origen de la preparación está la experimentación de diferentes dueños de cafeterías vienesas, buscando nuevas mezclas de café. La idea austriaca se refinó en los años siguientes gracias al ingenio italiano: se espumó la leche, se perfeccionaron las proporciones entre el café y la leche y se creó una taza especial para acomodar la cantidad adecuada de bebida sin perder demasiado calor.
¡Así nació el capuchino que todos conocemos!
¿El secreto de un buen capuchino? ¡Cuestión de proporción!
Un capuchino no es simplemente un café con leche. El capuchino es el resultado de un cuidadoso estudio, de un alto compromiso con el arte. Las proporciones ideales de la bebida deben ser 25 ml de café expreso y 125 ml de leche batida y la espuma debe representar un tercio de la taza; según las reglas de la receta clásica, este equilibrio permite obtener un sabor dulce y persistente, acompañado de una cremosidad envolvente.
Sin embargo, como todos sabemos, las reglas deben romperse, por lo que aquellos que prefieren un sabor más decisivo y enérgico pueden agregar más café, mientras que aquellos que prefieren sumergirse en una bebida refrescante y el sabor envolvente de la leche caliente pueden reducir la cantidad de espresso. De gustobus non disputandum est!
La constante de un buen capuchino es siempre la taza de capuchino. Es esencial que sea gruesa y hecha de porcelana; no importa si es blanca, de color o decorada. Cada taza está diseñada para contener la cantidad adecuada de bebida, unos 150 ml, y para mantenerla caliente el mayor tiempo posible. La elegante y única forma es reconocible a simple vista.
Un servicio de tazas de capuchino para impresionar siempre
Las tazas de capuchino no están incluidas en los servicios tradicionales y, lo que es peor, hay quienes usan tazas de té para servir su capuchino, lo que compromete la espuma y la consistencia de la bebida. No, el capuchino necesita su taza baja y ancha para liberar su sabor intenso y delicado y disfrutarlo al máximo.
Las tazas de capuchino agregan el toque correcto de clase y profesionalismo a sus preparaciones. Ya sea para sorprender a los invitados y amigos para hacerles comprender que el capuchino es un asunto serio, que desea entrenar con su "arte latte" para hacer dibujos espumosos, o que prefiere mimarse con un despertador dulce pero arenoso, la taza adecuada será siempre la pieza central del momento.