Passalacqua Caffè

Passalacqua nació de una obsesión totalmente italiana por el café

Una mezcla de aromas equilibrados, capaces de deleitar y refrescar. Desde hace más de 70 años la prestigiosa empresa napolitana selecciona las mejores variedades de granos que luego se procesan según las técnicas tradicionales de tostado.

El resultado de esta alquimia puede ser probado en cada mesa, durante cada descanso bien merecido, en cada país del mundo. Passalacqua, con el tiempo, ha sido capaz de conquistar primero los exigentes paladares de los italianos y luego los de los conocedores internacionales con sus sabores y perfumes.

Un prestigioso cuento de la tradición

Como cualquier historia de amor romántica por tradición, la marca Passalacqua Caffè tiene orígenes humildes.

La empresa nació de la iniciativa de un pequeño empresario napolitano, Samuele Passalacqua, que decidió invertir sus activos en una pequeña tostadora de café después de la guerra. Su proyecto era crear una mezcla que pudiera replicar la maravilla y el placer de su primer sabor del café.

Para lograr este objetivo, Samuele apeló a todos los secretos de la ciencia napolitana en torno a la pausa "sagrada" del café: desde la torrefacción hasta la molienda, hasta la transformación en bebida; ningún detalle debía dejarse al azar.

Hoy, más de 70 años después, la pasión y el respeto por las estrictas normas de calidad permiten a la empresa de Samuele abrirse más allá de las fronteras de los belgas.

Una oportunidad única, para una pequeña realidad local que, gracias a su fama, está al lado de los gigantes del mundo del café.

Calidad del café Passalacqua

Con el fin de ofrecer una amplia gama de cafés de alta calidad, Passalacqua selecciona cuidadosamente sus granos de 14 países de todo el mundo. De hecho, cada lugar y cada suelo tienen características orgánicas únicas que son decisivas para definir los matices de sabor de cada mezcla.

Colombia, Brasil, Etiopía, Vietnam son sólo algunos de los países productores de café de los que provienen los granos de Passalacqua. Son seleccionados a mano e importados para ser procesados en la fábrica italiana de Passalacqua. En más de 70 años la compañía nunca ha querido abandonar los lugares que han inspirado su historia y éxito. No muy lejos de Nápoles, más de 3 toneladas de granos de café son tostados cada hora para la creación de las preciosas mezclas de Passalacqua.

El "mejor café de Italia", como titulan los periódicos, se ofrece en 15 mezclas diferentes. Cada una de ellas se tuesta lentamente y se deja reposar, para desarrollar todas las cualidades organolépticas y los matices de sabor de los granos utilizados.

Desde la calidad de Mexico, dulce y persistente, hasta el Cremador, más fuerte y con cuerpo, pasando por la calidad Harem, famosa por su sabor delicado y ligero: cada una de las mezclas de café producidas tiene su propia historia y características bien definidas, diseñadas y creadas para satisfacer incluso a los consumidores de café más exigentes.

Pero el verdadero secreto de Passalacqua Caffè reside en el tostado: un procedimiento largo y complejo, dividido en tres fases, destinado a transformar los granos verdes en granos oscuros de aroma intenso.Cada paso de la cadena de suministro se supervisa cuidadosamente para sacar el máximo provecho del producto final. Los granos de café se cosechan a mano, para seleccionar sólo las más maduros. Los granos son transportados en bolsas de yute para preservar su integridad química.

Gracias a este proceso, Passalacqua es capaz de liberar el intenso sabor y los colores oscuros y brillantes que distinguen su bebida.

¡El café Passalacqua es una experiencia íntima e intensa, un breve momento de paz en la vida cotidiana, donde lo único que importa es el sabor de la bebida! Por estas razones el café italiano es una excelencia en el mundo, un regalo que a los verdaderos conocedores les encanta darse.